Receta de bollos de leche y mantequilla
Estos bollos de leche y mantequilla son perfectos para disfrutarse como merienda, desayuno o complemento de una tarde de chocolate a la taza
Estos bollos de leche y mantequilla son perfectos para disfrutarse como merienda, desayuno o complemento de una tarde de chocolate a la taza de ensueño. Un bollo casero no puede compararse con nada. La esponjosidad de esta masa se traduce en una combinación realmente unida de sabores sencillos. La mantequilla y la leche son los dos ingredientes estelares que se fusionarán a la perfección con la harina y el huevo. Es tan sencillo, natural y delicioso dejarse llevar por una masa de este tipo, volver al pasado y disfrutar de estos sabores que esta receta será imprescindible. Atrévete a probar unos deliciosos bollos de leche y mantequilla fáciles de preparar.
Ingredientes:
Cómo preparar unos bollos de leche y mantequilla
- Esta receta es uno de esos básicos que debemos tener en la puerta de la nevera para hacerla siempre que nos apetezca.
- Podemos optar por unos bollos pequeños o una pieza grande para cortarla a modo de brioche, en cualquier caso, quedará bien.
- Empezamos esta sencilla elaboración calentando el vaso de leche, podemos hacerlo en el microondas, debe quedar tibio o podría afectar a la levadura. Este elemento será uno de los protagonistas de estos bollos.
- Disolvemos la levadura en este vaso de leche, no debe estar muy caliente o podría perder sus propiedades. Le añadimos dos cucharadas de harina tamizadas para que leve.
- Con esta base lista seguimos con el otro ingrediente protagonista, la mantequilla. Vamos a empezar a batirla con el azúcar hasta que nos quede una crema que casi haya doblado su tamaño.
- Le podemos dar un poco más de sabor a estos bollos rallando la cáscara de limón. Merece la pena darles este toque, aunque sin él también quedarán bien.
- Incorporamos a esta base los huevos que batimos con estos ingredientes. Cuando estén bien integrados en la masa añadimos la leche con la levadura y seguimos mezclando.
- Nos quedará la harina que vamos a ir añadiendo poco a poco. Es mejor tamizarla para que nos quede bien integrada sin ningún grumo.
- Tenemos la masa lista. Podemos empezar a hacer raciones individuales o crear un bollo grande con un molde rectangular.
- Si optamos por hacer una pieza grande es mejor que sea una fuente para horno engrasada, forrada con papel de horno o de silicona para que no se pegue la masa.
- Podemos decorar nuestro bollo con unas semillas. Pintamos por encima con un poco de leche con agua para darle brillo o un huevo batido.
- Horneamos el bollo o los bollos a 180º durante 20 minutos. Comprobamos que está listos y retiramos del horno.
- Recién hecho está espectacular, pero con algunos días también, perfecto para convertirlo en un pudin o darle otra vida. Atrévete a probar estos deliciosos bollos de leche y mantequilla con una buena taza de café o té, estarán de vicio.